Cuando una persona se ve al espejo refleja la parte la física pero cuando se mira detenidamente se refleja la parte interior, y casi siempre hay una de las dos que se refleja más que la otra cuando hay un desnivel.
Nuestra identidad debe de ser una, no una doble, cuando das un paso, cuando se toma una decisión, cuando hablamos debemos reflejar lo que realmente somos.
No hay porque ser una copia de otro, por más que cambies tu físico y vayas al mejor cirujano, tu huella será siempre la misma.
Cuando Dios te creo, te hizo con la mejor identidad, tanto así que te hizo a imagen y semejanza de él, somos privilegiados y afortunados, Dios pensó en todo cuando te creaba, incluso te dio el derecho de elegir.
No te dejes engañar por este mundo que te vende ilusiones, falsedades manejan a las personas como marionetas, Dios te hizo libre.
La felicidad no se compra, no se alquila, no se presta, simplemente porque la felicidad que Dios te ha dado esta en ti.
Vivimos el hoy, pero no sabemos del mañana, solo Dios lo sabe, acéptate como la creación de Dios hermosa y perfecta y tu identidad será autentica y genuina.
“Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visible desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.” Romanos 1.20
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