miércoles, 25 de marzo de 2020

El Dueño de la cafetería




Un día un hombre  tomo la decisión de emprender su propio negocio. Desde pequeño su sueño fue tener una cafetería, pero no cualquiera sino una bien elegante, donde las personas se sientan en un ambiente familiar, cómodos y disfruten de un buen café.

Cuando llegó el día después de mucho esfuerzo puedo emprender su sueño, pues encontró el lugar perfecto y con los fondos suficientes dio inicio a sus planes.

El hombre ya había alquilado el local, compró los materiales e inició los preparativos para darles los toques al local y formar una cafetería a su gusto, el lugar era especial, le dedicó mucho tiempo a la decoración y por fin lo pudo terminar a tiempo para la gran inauguración.

Antes de la inauguración el empresario realizó varias pruebas con café para buscar la exquisitez de su sabor y aroma, pues quería que fuera único y especial, luego, necesitaría jueces para que le indicaran cual sería el más agradable a su paladar.

Un día antes de abrir la cafetería, invitó a cinco de sus mejores amigos, cuando llegaron al lugar quedaron maravillados por la creatividad del lugar y felicitaron a su amigo.

El dueño de la cafetería agradecido por su llegada, los acomodo  frente a la barra de servir el café y le explicó que necesitaba sus opiniones con respecto a la mezcla especial del café que ha creado para presentar al público.

Llegó la hora de servirle las tazas de café a cada uno, tomaron sus tazas y antes de tomarlo iniciaron con oler su rico aroma.

El primer amigo dio un sorbo de su taza y lo miró, le expresó su opinión:-El café esta delicioso solo que a mí en particular me gusta un poco más amargo.

El segundo continúo diciendo:- De verdad que el café está muy rico, pero a mí me gusta  un poco más dulce.

El empresario un poco preocupado fue tomando nota de sus opiniones, y así el tercero también respondió;- Este café está muy bueno, pero a mí me gusta con un toquecito de leche, el cuarto afirmó que le gustaba con especias aromáticas.

El quinto muy feliz por su amigo, le aseguró que su mezcla de café era perfecta, no le cambiaria nada, su sabor es tan agradable como su aroma.

Reflexión:

A los cincos amigos se le sirvió el mismo café, pues era su creación. su mezcla y su receta original, pero no todos opinaban lo mismo.

Cuando nuestro Señor Jesús, murió por nuestros pecados, a todos se le compro con el mismo precio de la salvación, pero resulta que uno se la encontró muy dulce, otro  amargo y algunos con algunas comodidades.

Solo unos pocos la aceptan tal cual.

“Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda maldad y purificar para sí un pueblo elegido, dedicado a hacer el bien." Tito 2.14



El Dueño de la cafetería

Un día un hombre  tomo la decisión de emprender su propio negocio. Desde pequeño su sueño fue tener una cafetería, pero no cualquiera...