Cuando empezamos algo nuevo en nuestra vida, un nuevo empleo, entrando a la universidad o un noviazgo, comenzamos a sentir cierto temor a lo porvenir.
Pues al no saber con certeza lo que nos prepara el futuro, vienen a nuestra mente pensamiento agobiantes, duda, preocupaciones y nos van empañando la vista poco a poco.
El miedo toma un lugar muy importante, empieza a creerse que tiene el control de todo, le damos el derecho de que nos gobierne mentalmente, la inseguridad nos arropa y la duda nos acaricia.
En ocasiones intentamos hacer las cosas mejor posibles, pero al miedo gobernar, la inseguridad y la duda pues el proyecto se cae.
Debemos empezar a conocer el miedo, como actúa y cual es la razón, por la cual el tiene el control, para enfrentarnos a nuestro enemigo debemos conocerlo.
La vida esta llena de rectos, aventuras y riesgo pero si el miedo gobierna es imposible conocer, aprender y llegar a ese propósito tan deseado.
Cuando Jesús gobierna nuestra vida, la inseguridad, el miedo y la duda tienen que salir mediante su palabra, Jesús dijo: No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. Juan 14.27
Jesús tuvo el enfrentamiento más grande de la historia, y claro tuvo miedo, más no dejó que el miedo gobierne su vida, su amor fue tan grande por la humanidad que lo hizo sentir seguro de su propósito.
“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.” 1 Juan 4.18
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